ergo
El vocablo ergo, originario del latín, es una conjunción que se utiliza como sinónimo de «pues», «luego», «entonces» «por lo tanto». La idea de Ergo, se asocia a un concepto que sirve como enlace a distintos contextos. La locución latina de René Descartes “Cogito ergo sum” se traduce como “Pienso luego existo”. La noción refiere que una persona “es” cuando piensa: es decir, que el acto de pensar la constituye. Esta cita de Descartes está considerada uno de los pilares de la llamada filosofía moderna.
Ergo se concibe como una “casa impluvium”, que puede vivirse completamente abierta, pero que mediante un sistema de puertas correderas, permite también compartimentarse en un instante en una zona estancial con chimenea, comedor con cocina integrada, dos espacios de trabajo, tres dormitorios y dos baños; todos los espacios con iluminación y ventilación natural. Diseñada para núcleos de hasta 6 personas, ofrece el máximo rendimiento del espacio interior y exterior asociado, junto a la elevada calidad arquitectónica, funcional y medioambiental del conjunto edificado. Su huella en la naturaleza es de 182,50 m2. Espacio Bajo Cubierta 136 m2 / Superficie construida interior 119 m2 / Áreas Aterrazadas 63,5 m2.
La casa se concibe como un refugio para escapar de la ciudad, entendiéndolo como un fragmento de la vida cotidiana desplazado al campo. Por eso no necesita roturar el terreno, ni pervertir la composición del suelo y sus escorrentías, la casa apenas lo toca, salvo unos pocos pies metálicos que sostienen el plano de losa del suelo, que la mantiene elevada, volando sobre el terreno original.
Esa ligereza conceptual se lleva a sus últimas consecuencias al concebir esta construcción mínima como un prototipo de vivienda autónomo. La idea subrayada es la condición de refugio y protección del mundo exterior mediante la creación de un universo propio. Para ello, dos piezas fundamentales son las losas de cubierta y de suelo: la cubrición que protege de las inclemencias el suelo elevado sobre el terreno, acoge en su interior un hogar que da calor y reúne en torno a sí a los moradores.
Sobre la base de losa de hormigón a la vista, la zona estancial está totalmente acristalada, generando una meseta al aire libre o espacio principal aterrazado, que junto con la cubierta inclinada volada, también de hormigón, genera una continuidad visual entre el volumen y el lugar. Esta conformación del espacio produce un asombroso efecto, ya que al salir del interior da la impresión de estar directamente en la naturaleza.
La casa tiene una piel envolvente que muta según las condiciones del lugar: de fachadas opacas de piedra natural, que protegen y cierran, a fachadas ligeras y transparentes, que abren e integran el mundo exterior con el interior de la vivienda. Las fachadas acristaladas permiten divisar el exterior e imaginar una continuidad sin límites.
El sistema de muro cortina y carpintería de vidrio permite retirarse por completo, desapareciendo la frontera entre el interior y el exterior, lo que invita a abrir completamente la casa a las vistas. También, mediante el sistema de paneles correderos exteriores de madera, la casa permite cerrarla completamente protegiéndola del sol y del viento, dotándola de seguridad.
En el volumen generado por las rotundas losas y la grácil envolvente, el programa se desarrolla de forma inteligente, dejando los espacios vivideros libres de servidumbres, siendo éstos servidos por pequeñas “cajas” de menor escala que el volumen principal, que se constituyen en contenedores del programa necesario, sustituyendo así la compartimentación tradicional, rígida y estática mediante tabiques y paredes, por un sistema de cajas contenedoras de elementos servidores para el resto de la casa, que delimitan sutilmente el espacio, pero sin fragmentarlo, sino todo lo contrario, confiriendo una unidad volumétrica que conserva la escala espacial de máximos.
La gran terraza extiende y orienta la casa hacia el paisaje poniéndolo en valor a través de la mirada, de la ligereza de la instalación y de la deliberada apariencia del objeto que busca una integración natural como gesto del aprecio contemporáneo hacia la naturaleza.